Vacaciones 2008 - Paris

De Amsterdam a París hay unos 500 kms. Era lunes, nos levantamos tarde y encima lloviendo a mogollón. Menos mal que el gps también tiene Francia. Nos quedamos a dormir a unos 40 kms. antes de llegar. El martes tempranito estábamos otra vez de camino. Lo primero el Louvre, los dos habíamos estado en París, ella también en el Louvre, yo no. Dejamos el coche casi al lado. Al llegar nos encontramos con la sorpresa, el Louvre cierra un día a la semana. ¿adivináis cual? el martes !!!!!!!!

Decidimos dar una vuelta por Paris. Hacer la ruta turística clásica y dejar el Louvre para todo el miércoles
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La foto es de la Plaza de la Concordia.Está ha comienzo de los campos Eliseos, ha sido testigo de muchos acontecimientos históricos, aquí se instaló la guillotina donde Luis XVI y María Antonieta fueron ejecutados. En el centro el Obelisco Egipcio que Napoleón trajo como símbolo de victoria hasta París, necesitando una gran embarcación debido a sus increíbles medidas, el obelisco de Luxor, es una pieza egipcia con 33 siglos de edad y que muestra una serie de jeroglíficos que hablan de las hazañas de Ramses II y III.


Iglesia de la Madelaine.

Está al lado de la Plaza de la Concordia, llama su atención por sus formas arquitectónicas clásicas a semejanza de los templos romanos. Al lado de una de las calles mas comerciales de París la rue Faubourgs Saint-Honoré.

La Madeleine se sale de todos los tópicos de iglesia occidental, ya que cuando alguien pasea y la encuentra por azar, no descubre que es una iglesia hasta que no accede a su interior, debido a su arquitectura clásica.
El interior de La Madeleine de París no es tan interesante como el exterior, pero merece la pena como mínimo subir sus escaleras para contemplar desde allí la Rue Royal, con Concorde y el Obelisco al fondo, teniendo ante nosotros una de las imágenes más bellas que automáticamente retendremos para siempre en nuestra memoria.



Arco del Triunfo

En la Plaza de la Concordia comienzan Los campos Eliseos, son la avenida por excelencia de la Ciudad de la Luz, con más de 70 metros de anchura; es la arteria que une a la Concorde con el Arco del Triunfo en ella podréis descubrir multitud de tiendas de grandes marcas reconocidas mundialmente, carísimos restaurantes, cafés, muchísimos cines, farmacias, etc…

Al final de los campos Eliseos el Arco del Triunfo, el sentimiento de “hormiguita” se hace patente cuando lo miras desde abajo. Napoleón en una de sus muestras megalomanas lo hizo erigir en 1805 para conmemorar la victoria en la batalla de Austerlitz. Impresionantes los alto relieves que lo decoran.

Ayuntamiento de París

Al otro lado del río Sena, en el barrio latino. Impresionante, su fachada principal está decorada de personajes destacados de la ciudad de París, artistas, personalidades, políticos, industriales.....

Con 110 metros de largo, 85 metros de ancho y 48 de alto, el edificio es el ayuntamiento más grande de europa. Fue en su tiempo, un terreno de experimentación para las técnicas más avanzadas de la época: la calefacción por ventilación, los ascensores hidráulicos, la iluminación eléctrica y, sobre todo, el teléfono.

Notre Dame

Notre Dame de París fue construida de 1163 a 1330. Es una obra maestra del arte gótico francés, restaurada en el siglo XIX por Viollet-Le-Duc, y testigo de los grandes eventos de la Historia de Francia.

Su privilegiada situación, bordeada por el Sena y con jardines por delante y por detrás, hacen que la catedral pueda ser observada en su totalidad con total comodidad desde cualquiera de los puentes que cruzan el río, desde su jardín delantero, con las dos torres principales presidiendo la imagen, desde un lateral, pudiendo destacar la expresividad de sus célebres gárgolas, o desde la parte de atrás, donde destacan las altas agujas que coronan su “tejado”.

El interior sin duda no es tan impresionante como el exterior para el inexperto en arte, pero resulta ciertamente impresionante entrar a la catedral y ponerse en el pasillo central de la iglesia cara al altar, observando toda su grandeza e inmensidad.La vidrieras, desde el interior, con todos sus coloridos son impresionantes.

Torre Eiffel

Ninguno de los que visitan la Torre Eiffel de Paris ignoran lo que se van a encontrar, ya que a buen seguro el 100 % de los millones de visitantes que Paris recibe cada año la han visto antes, bien en cualquier documental o película, bien en fotografía o postal, lo que no quita para que quien la ve por primera vez en persona quede realmente impresionado y maravillado por la inmensidad de la Torre Eiffel, inmensidad que va aumentando hasta que nos situamos bajo sus pies, y intentamos hacernos una idea de como es posible que el ser humano haya podido construir semejante "amasijos de hierros".

Las obras para su construcción comenzaron en 1887 para conmemorar la Exposición Universal que celebraba el centenario de la Revolución Francesa, tras 3 años de estudios por parte de Eiffel y sus ayudantes, 3 años de lucha contra la opinión pública que no querían un "armatoste" de hierro que no servía para nada y que costaría una millonada. Finalmente, un 31 de Marzo de 1789, se inauguraba la Torre Eiffel, que pese a lo que había costado su construcción, en términos económicos y de lucha contra la voluntad popular, tenía una fecha de caducidad, ya que estaba pensado que se desarmase la estructura metálica en 1900, cuando terminase la Exposición Universal, y así hubiese sido de no ser porque a la armada francesa se le ocurrió hacer unas pruebas con equipos de radio en lo alto de la torre, descubriéndole un uso a la Torre de Eiffel para el que no había sido construida. En la actualidad son varias las antenas que coronan la Torre Eiffel, y no solo de radio, sino también de televisión, y de hecho la presencia de estas antenas han elevado su altura, de los 312,27 metros que medía en 1889 hasta los 324 metros que mide en la actualidad, y que constituyen el punto más alto de la ciudad de Paris.


Cementerio Père Lachaise ------> poner la canción The End - The Doors en el playlist

¿Has paseado alguna vez con la muerte?. Una pregunta que deja atónito a cualquiera, sin embargo hay algo especial en ella, me refiero a la muerte, que te atrae y a la vez temes. Una pregunta siempre ha quedado en el aire cuando visito estos lugares donde están aquellos que en su compañía se han ido, una pregunta que me he hecho desde hace muchos años, quizás desde que tuve conciencia de que todo tenía un final: ¿la muerte es sólo una puerta o es el fin de todo?.

El lugar más deseado después del Louvre era el cementerio que guardaba en sus entrañas a personas que por muchas razones ocupaban parte de mi vida y de mi corazón. Allí reposa ese escritor maldito en vida y ahora venerado en muerte. Aquí reposa la diminuta cantante que nos hizo emocionar en una taberna del barrio de los pintores hace ya muchos años. Aquí reposa el rey lagarto, el hombre que se convirtió en un poseso de su propia vida. Aquí descansa el pianista y compositor que nos hizo llorar con su sonata. Aquí reposa el corazón del arte, de las ciencias, de las letras.. aquí reposan los que nunca fueron olvidados.

Sus dimensiones adquieren hoy día las cifras de monumentales y el paseo, aunque parezca un anacronismo, se hace eterno entre las tumbas de Musset o de Sarah Bernhardt, Chopin y de Allan Kardec. Sin embargo otros nombres nos regalan los ojos lo mismo que hace memoria en nuestra mente y nos sobrecoge un temblor especial sabiendo que debajo de esas lápidas están los cuerpos de aquellos hombres o mujeres que por arte sea en la rama que fuera, plasmaron en oro sus nombres en ese libro pesado de la historia.

Y sigue el rosario de nombres: compositores y escritores como Rossini, Molière, La Fonyaine, Gérard de Nerval y Oscar Wilde; políticos como Adolphe Thiers y Mauricio Thorez; el mundo del espectáculo como Mademoiselle Rachel y Édith Piaf.

Y los paseos de árboles y flores que se ofrecen en todo su esplendor. Aqui la muerte se viste de gala, e incluso queremos verla en esas enlutadas damas que ponen rosas en la tumba de Wilde, o en un joven galán del siglo XIX que deposita un ramo de rosas rojas en la tumba de Piaf.... aunque la grandeza la dejamos en esos túmulos cuando nos acercamos hasta la más visitada, la más deseada, la más tocada y besada del mundo.

La tumba de Jim Morrison levanta un recuerdo especial en mi corazón. Jim murió un 3 de Julio cuando yo aun era un crio, pero me crié al sonido de sus acordes por mi hermano mayor. Personalmente no creo en nada , ni en mi mismo, pero al encontrarme ante la tumba del Rey Lagarto, visionario y loco, drogado o cuerdo, genio o fantoche.... no lo sé, pero le tengo veneración porque rompió todos los moldes y allí estaba yo ante su tumba rodeada de personas llegadas de todo el mundo.
















Al llegar al cementerio, Paola tuvo la idea de comprar una rosa roja para dejarsela como ofrenda, las mujeres y sus detalles. En la foto de la izquierda, fuera de lo que es la tumba nuestra rosa roja y el medio cigarrito marihuana, (agranda la foto :p), que nos fumamos con él. Se lo dejamos a sus pies con la esperanza de que el agua de la lluvia haga llegar un poquito de sustancia a sus cenizas. Esto se lo debía.

Jim Morrison, si estás por algún lado .... gracias por todo.


El Sena ....

El río esta en el origen de París. Bajo la superficie del la Isla de la Cité, junto a Notre Dame, aún pueden verse restos del poblado galorromano. Allí se ubicaron gentes desde hace varios milenios para explotar un entorno distinto del actual. Las canoas de hace más de 6000 años encontradas en la zona atestiguan que aquellos individuos primitivos estaban familiarizados con el ambiente ribereño.

Y hoy el Sena sigue indisolublemente unida a París, y viceversa. El río divide la ciudad en dos mitades. A un lado y otro está el arte y los grandes edificios... y sobre el río están los puentes; puentes de todos los estilos.

















El resto de la tarde nos dedicamos a visitar los alrededores de Montmatre. Una colina y la vida bohemia. Allí se juntan desde las discotecas más animadas, los caballetes de los pintores y los cafés típicos parisienses. Allí las calles se cosen con interminables escalones y adoquines.

Sobre la colina destaca el Sacré-Coeur (foto de la izquierda), prepararos para una buena subida de calles empinadas. La Iglesia del Sagrado Corazón es de estilo bizantino y sus cúpulas recuerdan al Taj Mahal hindú. Como dato curioso, la basílica fue edificada con piedra de Château-Landon (al sur-este de París) que bajo el efecto del agua de la lluvia segrega una sustancia blanca parecida a la pintura; por ello, cuanto más llueve, más blanco es el Sacré-Coeur.

Es un barrio donde el sexo está en venta en todas sus modalidades: espectaculos de desnudos en vivo, sex-shops, cines porno, lencería y articulos para satisfacer"cualquier capricho". No se puede visitar este barrio sin echar un vistazo en la Place Blanche al más celebre de los cabarets, el Moulin Rouge.

En este barrio, además de contemplar un edificio fascinante Sacré-Coeur (tal vez para algunos un quita penas espiritual), y el Moulin Rouge (también quita penas :p), se encuentra uno de los lugares más parisinos y pintorescos de la ciudad: un diminuto barrio Pigalle.

La plaza amenizada por pintores que desarrollan su labor al aire libre y pequeños comercios de todo tipo, pensados principalmente para el turista. A alguien le conté la primera vez que fui a París y como al ver que nos cobraban por una caña cerveza ... 500 pesetas de aquella época, salimos a la carrera sin pagar (juventúd divino tesoro jajjajjjjaja) , de la terracita del bar que aparece en la foto.


El miércoles como teníamos previsto lo dedicamos por entero al Louvre. Leí una vez que para ver el Louvre se necesitaría una vida, nosotros los condensamos en un día :(.

El Louvre es sitio de obligada visita cuando uno viaja a París. Se trata probablemente del museo más famoso e importante del mundo, entre otras cosas, debido a su descomunal tamaño. Es tan grande, que en el ala dedicada a Egipto podría caber todo Egipto. A la entrada te dan un plano, aunque vendría bien que de paso te dieran una brújula y un par de bengalas luminosas por si te pierdes dentro, lo cual no es difícil debido a lo laberíntico de sus salas.

Fue inaugurado el día 8 de noviembre en el año 1793 y está formado por mas de 300 000 piezas, pero solo 35000 están en exhibición.




El Louvre debe de funcionar así: tenemos 100 cuadros de Corot y una sola sala para él, ¿qué cuadros ponemos? ¡pues pongámoslos todos!. Algunas salas eran realmente agobiantes, con cuadros colocados tan arriba que yo no llegaba a verlos, y no soy un enano.

De su colección yo destacaría el diminuto La encajera de Vermeer y El astrónomo del mismo autor. La colección de Ingres, un salido que solo pintaba tías en pelotas. Los impresionantes paisajes de Corot. A Paola le gustó especialmente La Virgen del Canciller Rolín de Van Eyck. Y por supuesto hay que mencionar la Gioconda, de Leonardo da Vinci, aunque en este caso tengo que hacer un inciso. La Mona Lisa me parece el mejor caso de marketing de la historia del arte, es una buena obra, desde luego, pero hay 1001 obras mejores. Y ni mucho menos justifica la que hay montada a su alrededor, cristales antibalas (¡¿quién leches querría disparar al cuadro?!Ni que la fuera a matar…), seguratas, cordones de seguridad...y el cuadro se ve a 10 metros, entre una marabunta de gente que parecía aquello el rodaje de Cleopatra. Y eso teniendo justo enfrente el impresionante Las bodas de Caná de Veronés, al que nadie estaba haciendo ni puñetero caso.

En las fotos de arriba y de izquierda a derecha: La Gioconda de Leonardo da Vinci (la foto salió penosa en teoría no se la pueden sacar fotos, con guardia seguridad incluido), en el centro La bañista de Valpinçon de Ingres (1808) y a la derecha L´eté de Nicolas Lancret (1733).





















Durante nuestro paseo nos encontramos con algunos de los personajes más simpáticos de la historia de la antigüedad, a saber: el escriba sentado egipcio, los esposos etruscos del sarcófago Cerveteri, la Venus de Milo y la Victoria Alada de Samotracia, conservando los 2 primeros la policromía original como se puede apreciar en las fotos adjuntas. La Victoria de Samotracia es la que da la bienvenida al museo al visitante.

Arriba Diana cazadora. La estatua, que tiene un tamaño levemente mayor al natural, es una copia romana (perteneciente al siglo I o II) de un original griego en bronce que se perdió y es atribuído a Leocares 325 a. C.

Abajo a la izquierda la Victoria Alada de Samotracia, es una escultura en bulto redondo perteneciente a la escuela rodia del periodo helenístico., tiene una altura de 245 cm. y se elaboró en mármol hacia el 190 a.C.

A la derecha, La Venus de Milo, esculpida hace más de 2000 años en el llamado periodo helenístico de la Antigua Grecia. La historia oficial dice que fue descubierta en Melos en 1820, que mide 205 centímetros y que representa a la diosa del amor y la belleza, y de allí su nombre, Venus.


El museo se encuentra dentro de el palacio del Louvre , que fue en su momento residencia de los reyes, por mas de cuatro siglos.

Tiene un encanto que se conforma por el contraste entre lo antiguo y lo moderno, mucha luz , por estar construido de forma que los cristales priman y dan esa claridad , luz que lo hace muy luminoso.

Además de todo lo que podemos ver dentro del museo , no podemos olvidar que su entorno es de una belleza increíble, sus patios interiores llenos de esculturas (foto) son impresionantes y sus exteriores ya que esta situado delante de los jardines de Las Tullerias y tiene como fondo de paisaje El Sena.















Salas dedicadas al periodo clásico (arriba la sala dedicada a Roma y Grecia).

Nos gustó especiamente la sala dedicada a Mesopotamia ¡madre del amor hermoso! ¡anda que no les gusta rapiñar a los franceses! Viendo la infinidad de piezas y obras que tienen de esa época y región uno se pregunta, ¿qué leches dejaron para los mesopotamios? Aquí uno puede contemplar, entre otras cosas el friso de los arqueros del palacio de Darío en Susa, los toros alados de lamassu (foto de la derecha) del palacio de Sargón II en Jorsabad, las esculturas del príncipe Gudea de Lagash, la graciosa estatuilla del hombrecillo con falda de mechones de oveja (kaunakes) y ojos de lapislázuli y el código de Hammurabi de Babilonia.


Así estaba la sala de La Gioconda a última hora .

Dejando a un lado la historia de este magnifico lugar que encierra un trozo de la historia del mundo pasemos al lado económico.

El precio de la entrada son 9 euros para las salas permanentes pero si deseas visitar además las salas temporales debes añadirle 6 euros al precio del pase de entrada. Este no será el único gasto que realices puesto que si quieres adquirir la guía de audio deberás añadirle unos euros más, creo que es un precio significativo para el acervo cultural que adquieres, sin duda una experiencia inolvidable.

La entrada es gratuita para ciertas personas como estudiantes, menores de 18 años, discapacitados etc. esta también es gratuita el día de la fiesta nacional 14 de julio y el primer domingo de cada mes.

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París bien vale una visita y de más días si se puede, nosotros no contábamos con más. Nos esperaba el Tour de Francia !!!!

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