Salimos de Viena tarde, el domingo noche hubo fiesta de celebración y nos levantamos tarde, bajamos a llevar a la estación a Giulio (Julito le llamaba yo jejje) y a Cecilia. En principio teníamos una semana (que se alargaría gracias a las "ganancias" de las entradas de la final jejjejjejje) y queríamos pasar dos o tres días en Amsterdam. Para cruzar toda Alemania por abajo, mejor subíamos a Praga y desde allí a Berlín.
La foto nocturna con el castillo de Praga y la torre de la catedral no la hizo mi cámara, es de la cámara de Paola y corresponde a la noche que llegamos a Praga.
El martes lo dedicamos a visita turística por Praga. En un día es imposible, Praga merece una visita solo para ella.
La foto corresponde a la Plaza Vieja, es el centro neurálgico de Praga. Enfrente las características torres de la iglesia de Tyn, es curioso la iglesia está detrás de las casas-palacios que ocultan media fachada .
Al entrar a la plaza, a la izquierda está el antiguo ayuntamiento en la fachada del cual está uno de los símbolos de Praga, se trata del reloj astrológico.
El reloj astrolómico de Praga data de 1410. Dice la leyenda que era tan perfecto que los ediles cegaron a su autor para que "no pudiera repetir un milagro igual".
El reloj y lo que lo rodea está lleno de simbolismos. A cada hora en punto el mecanismo activa una serie de figuras de madera que representan una alegoría del tiempo y lo efímero de la vida.
La figura de un esqueleto se encarga de dar las campanadas mientras que los doce apóstoles aparecen por una de las ventanillas. La muerte dando las campanadas con un reloj de arena en sus manos.
Un prodigio de técnica medieval que expresa el gusto de los checos por los ingenios mecánicos.
Otra vista de la plaza, la iglesia de San Nicolás.
Su fachada blanca reluciente contrasta con el techo de cobre que con la oxidación y el tiempo de ha vuelto verde.
Mozart, durante su estancia en la ciudad, tocaba su órgano.
Durante la segunda guerra mundial sirvió de refugio para artistas a los que se les encargaban obras de restauración que postergaban en el tiempo para no ir a la guerra.
Se ve también, en la plaza, una escultura de bronce de 1915 dedicada a Jan Hus teólogo, filósofo, reformador y predicador checo muerto en la hoguera en 1415, quinientos años antes, en la misma plaza.
El Callejón de Oro y sus pintorescas casitas de juguete. Construidas, a espaldas del castillo, en el s. XVI. Parece ser que estas viviendas estaban destinadas a los fusileros del castillo, aunque fueron los sastres, artesanos y orfebres los que se adueñaron de ellas, de ahí su apelativo áureo. Aunque quizá provenga la legendaria presencia de los alquimistas que buscaban para "emperadores varios" el secreto de la transmutación del plomo en oro .....
Lo que está atestiguado es que Kafka vivió una temporada en el numero 22 de esta calle, en la casa que se ve en primer plano en la foto, hoy es una tienda de souvenirs.
La foto clásica de la ciudad de las cien torres. Esta tirada desde el parque de Letná, situado sobre una colina ofrece una de las panorámicas más clásicas de la ciudad. El río Moldava que atraviesa y divide en dos a Praga.
La foto puede ser de cualquier callejuela del casco histórico de la ciudad. Su fascinación por la música clásica nos hace recordar a Viena, donde también prodigaban.
Es recomendable a la noche perderse por estas callejuelas llenas de garitos donde no se puede dejar de degustar las cervezas checas. Recomendable su clásica Pilsner Urquell de barril, la cerveza "nacional".
La Plaza vieja de noche. la foto está borrosa y mal, pero queda bien como despedida a Praga.
miércoles, 13 de agosto de 2008
Vacaciones 2008 - Praga
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